September 4, 2013 at 3:47pm
Nota: El siguiente texto no busca ser coherente. Solo expresan el sentimiento de mi alma… Sin censura. El siguiente texto no tiene nada que ver con las artes marciales y tiene todo que ver con ellas, creo es solo una mirada hacia adentro de un guerrero a punto de morir… Estoy bien! 🙂 Pero todo es un momento, un instante… Una sola vez.
Y entonces cuando se abraza la contradicción es que el guerrero se pierde en el juego de las sombras, el camino que parecía claro se difumina, los límites se borran y la guía desaparece, la voz del maestro resuena en el alma, el espíritu tiembla, no hay nada sino una profunda oscuridad de eventos al azar, una incontrolable y arrazadora fuerza sin conciencia ni propósito, la nada lo devora todo…
El saber que la muerte muerde los tobillos, es la primera realización del ninja… “El camino del guerrero es la muerte” caminamos SOBRE la muerte.El sentir su lengua afilada acariciar el alma, sus labios frios besar la frente y saber con certeza de que nos espera en su regazo gélido para toda la eternidad es en definitiva una gran motivación para caminar, para seguir adelante, para vivir… puedes imaginar toda la eternidad?Mi corazón late rápido mientras escribo éstas líneas, cómo si la muerte susurrara a mi oido palabras tan antiguas que se hablan solo en el lenguaje del alma, “Te estoy esperando” viene a mi mente… Escribo por que el alma se desborda en el sin sentido, en la profunda oscuridad, en el infinito e ilimitado universo sin centro ni límite, tratando de aferrarse a algo que igual no va para ningún lugar.
La luz de la vela parpadea, los demonios se agitan, las plegarias resuenan… Las conexiones son visibles, tangibles, lazos luminosos que se extienden por los laberintos del alma, una madeja de hilos sobre un telar infinito, las almas se alinean, los corazones se buscan…
Nos cazamos sin misericordia, tratamos de imaginar caminos que no existen, estamos solos, incapaces de comunicarnos inventamos personajes teatrales en un acto al que llamamos vida, nos inventamos desenlaces, tramas, nudos e introducciones, ponemos valores en caras de personas a quienes no conocemos, imaginamos… y soñamos.
Es ahí cuando recuerdo los golpes de mi maestro, por un momento todo ese sueño se borra, el dolor es insoportable, el corazón se acelera, la mente fija entre el suelo y su rodilla se queda quieta, no hay pensamientos, la muerte sonrie y se prepara para llevarnos a un sueño profundo… entonces mi maestro dice… “Feeling”… Todo vuelve, el mundo regresa, la vida reaparece, estoy aquí… estoy con vida.
Hablaba hoy con mi amigo y alumno el Dr. Oscar Mendoza, hablabamos del sakki test… aún recuerdo las palabras que mi maestro me dijo un día en japón luego de una clase del Soke Masaaki Hatsumi, terminaron los Sakki, Saludamos… el estaba a mi lado derecho, lo recuerdo como si fuera ayer… me miró, sonrió y me dijo.. “Verdad que no se siente nada?”… Un momento de nada, pero ocurre algo, te mueves… Y no tienes idea por qué. Cualquier construcción, en mi opinión, es una construcción, parte de tratar de encajonar la experiencia, pero… “Verdad que no se siente nada?”.
No hay curriculo, si bien hay guías que escribimos, ten chi jin ryaku no maki, denshos de escuelas, normas de dojos, normas individuales… No hay nada. No existe un orden, no hay nada que pueda clasificar algo como alto o bajo… solo quienes viven y quienes no… mejor aún… quienes viven al máximo y quienes no. Puede que te sepas el tenchi jin de memoria, pero si no entiendes que los pequeños detalles del mundo de lo sutil van a regir tu vida… vas a tener inconvenientes que resolver. No es malo ni bueno tener inconvenientes, abrazar la contradicción es el paso para el que se prepara el ninja, no hay nada más que cosas que pasan…
“El vasto universo, hermoso en su fria e impersonal totalidad contiene todo lo que llamamos bueno y malo, todas las respuestas a todas las paradojas que vemos a nuestro alrededor. AL abrir sus ojos y su mente el ninja puede seguir intintivamente las estaciones sutiles y las razones del cielo, cambiando cuando el cambio se vuelve necesario, adaptándose siempre, de tal forma que al final no hay tal cosa como la sorpresa para el Ninja.” Toshitsugu Takamatsu
Hace unos días una persona que marcó mi vida para siempre me preguntó “¿Por qué es tu maestro tan importante?”… La verdad me tomó un poco responder, la verdad, en el fondo de mi alma no tengo la más remota idea… el vínculo con mi maestro no es del todo racional, mi maestro es un espacio… un espacio para reflejarme en el, una puerta hacia el universo. Es la protección en el camino, y más importante aún, es el que ha hecho que reconociera que en toda esa oscuridad, en ese gran vacío reptante y sin forma había una luz verdadera, la luz de mi alma… El alma permanente, infinita, ilimitada, inmortal… no el corazón, éste es cambiante como las llamas, siguiendo con pasión intereses y valores relativos, no los pensamientos que son como burbujeos del agua puesta al fuego, no ideas que son como el vapor de aquella sopa… Mi maestro me ha dejado ver su alma y en esa experiencia, he visto la mia… Que valentía requiere un ser humando para dejar ver lo que es realmente suyo, que es de todos, que es el verdadera fábrica de lo que está hecho el universo entero, no valentía para compartir, valentía para haberse dado cuento y afrontar el salto al infinito sin centro ni límite, sin finalidad, sin destino…
Hoy una parte de mi muere y otra renace, un ciclo terminar y otro comienza, hoy tomo un té con la muerte mientras converso conmigo mismo en éste monólogo compartido…