¿Que es la Devoción por el maestro?
Debo éstas palabras a lo interpretado de las palabras de Paulyna Czaja en una charla sobre la relación alumno maestro.
Devoción: “Sentimiento de profundo respeto y admiración inspirado por la dignidad, la virtud o los méritos de una persona, una institución, una causa, etc.”
La noche cae pesada, despierto de repente con un cosquilleo en la nuca y el sueño me abandona.
Llueve, el sonido de las gotas sobre la ventana y su marco metálico me mantiene consciente en una oscuridad pasiva que difumina los contornos de los objetos de la habitación, me levanto con cuidado y camino al estudio, me siento a escribir.
Volviendo a la premisa inicial, pienso que es clave en ésta definición la palabra, respeto.
Me siento unos minutos en silencio organizando las ideas que pasaban por mi mente mientras tenía mi cabeza en la almohada.
¿Cómo se si tengo devoción hacia mi maestro?
Creo que la respuesta se construye a través de más preguntas, como casi todas las respuestas sinceras.
¿Haces lo que tu maestro te dice?
No lo que quieras que te diga, no lo que te dice a medias, no lo que crees importante de lo que te dice, no lo que crees que puedes de lo que te dice, no lo que piensas que te dice.
¿Entrenas con tu maestro?
¿Vas a sus clases? ¿Lo visitas? ¿Vas a las clases que te dice que vayas? ¿Vas a sus cursos? ¿Viajas con el?
¿Haces lo que tu maestro hace?
¿Tratas de llevar su ritmo? ¿Sigues sus pasos por difíciles que sean? ¿Te comportas con el como se comporta el con su maestro?
¿Respetas a tu maestro?
¿Le das su espacio? ¿Respetas su criterio? ¿Estás puntual para verle? ¿Eres cariñoso con el? ¿Le cuidas?
¿Eres como eres con tu maestro con los demás?
Preguntas…
Preguntas que rondan mi cabeza mientras el incesante goteo golpea el marco de metal de la ventana.
También, en ocasiones, es más fácil definir algo por lo que no es.
No es tener devoción por tu maestro usarlo como validación externa de tus actos si no has respondido afirmativamente a las preguntas anteriores.
No es tener devoción por tu maestro usarlo como una muletilla discursiva, es decir, para adornar tus conversaciones o redes sociales con el cuando realmente no sigues sus enseñanzas.
No es tener devoción por tu maestro comportarte de manera casi opuesta con los demás a como te comportas con el.
Una aclaración que creo es importante hacer es que hay que chequear al maestro.
Con devoción, no me refiero a una fe ciega y dogmática.
Si el maestro se prueba consistente entre lo que piensa, dice y hace, si es un buen alumno, si sus resultados son consistentes con su trabajo y si esto perdura en el tiempo, entonces, una vez verificado, la confianza en el es fundamental.
A la final, creo yo, la forma en la que ves a tu maestro, es la forma en la que te ves a ti mismo en la visión más alta.
Este escrito no es una crítica hacia nadie, ni en general pidiendo a la gente que se comporte de una u otra manera con su maestro. Estás palabras son las preguntas que me hago a diario a mi mismo, son mi lista de chequeo, mi mantra de cada día.
Una vez mi maestro, Pedro Fleitas, me dijo que un maestro no enseña, sino que inspira, muestra a sus alumnos los peligros del camino y está ahí para ayudar a sus discípulos cuando caen en ellos. Por que aún con los consejos, caemos en las trampas.
Un consejo, de un alumno a otro.
Mucho cuidado con la soberbia. Hablo desde la experiencia, por que he sido soberbio, muchas veces.
Más de las que quiero admitir.
Llegarán momentos en que nos sentimos mejores que nuestros maestros, momentos en que creemos que sabemos más.
No me refiero al sano cuestionamiento de una pregunta, me refiero al olvidar la trayectoria y experiencia de nuestros maestros y pensar que sabemos más por un par de experiencias que hemos tenido. Mucho cuidado con éste dulce veneno.
Lo digo por experiencia.
No tenemos que pensar que somos mejores que el maestro por falta de confianza en nuestro propio potencial
Tenemos que tener el coraje de saber que lo que nos dice nuestro maestro es verdad.
El sueño regresa…
Un abrazo con cariño.
Un amigo en el camino.
David
Komyo Ryu, Alumno de Unryu.
Bujinkan Dai Shihan.
PD: En el texto hablo de “El maestro” en masculino, por que en mi caso mi maestro es un hombre, es mi experiencia, sin embargo la experiencia de la relación alumno maestro, trasciende géneros, razas, religiones o cualquier otro límite.