En Julio del 2017 mi maestro, Pedro Fleitas, dijo en una clase en su dojo algo así como:
“Yo lanzo flechas al aire, no son flechas de punta de metal que matan, sino flechas con punta de ventosa, si alguna se te pega, no te preguntes “¿por que me la han lanzado a mi?” sino más bien “¿por que siento que venía dirigida a mi?”.”
El buda cuenta la historia de una flecha envenenada:
“Hubo una vez un hombre que fue herido por una flecha envenenada. Sus familiares y amigos le querían procurar un médico, pero el hombre enfermo se negaba, diciendo que antes quería saber el nombre del hombre que lo había herido, la casta a la que pertenecía y su lugar de origen.
Quería saber también si este hombre era alto, fuerte, tenía la tez clara u oscura y también requería saber con qué tipo de arco le había disparado, y si la cuerda del arco estaba hecha de bambú, de cáñamo o de seda. Decía que quería saber si la pluma de la flecha provenía de un halcón, de un buitre o de un pavo real.
Y preguntándose si el arco que había sido usado para dispararle era un arco común, uno curvo o uno de adelfa y todo tipo de información similar, el hombre murió sin saber las respuestas.”
Más que preguntarse “¿Por que siento que la flecha iba para mi? ¿Que estará pensando mi maestro?” y otro sin fin de preguntas sin sentido, como una buena guerrera, o guerrero, hay que sacarse la flecha y seguir peleando. No hay otro camino.
No sabemos cuanto tiempo estén las condiciones para reconocer éstas enseñanzas.
Creo que éste es un momento de coherencia.
Mi maestro dijo en una clase en Abril del 2018 “Reaccionar sin violencia, Reaccionar sin pelear”.
Pero hay que reaccionar.
Un guerrero, un protector, DEBE sacarse las manos de los bolsillos.
Los artistas marciales pueden evitar muchas veces las lágrimas y la sangre, pero NUNCA el sudor.
Yo he tenido que reaccionar, mucho más joven cargado de ira y de otras emociones inútiles.
No puedo tolerar la injusticia ni que el comportamiento mío o de otros opaque el reflejo de las enseñanzas de los maestros.
No podemos pensar “Que buena es la Bujinkan y el arte de sensei, pero que malos son sus practicantes”.
Si tienes ésta visión, es por que tu orgullo y tu ego te hacen sentir superior y en ese sentido, por definición, siempre estarás en mala compañía. Debe ser muy solitario.
Hay varias cosas que quería comentar sobre la coherencia.
A dios lo de dios, al cesar lo del cesar.
Los trámites de la Bujinkan tienen un costo establecido por Hatsumi Sensei.
Cualquier costo adicional que se ponga a éstos, debe ser notificado como un costo establecido por la persona que los hace.
Es importante no justificar nuestras acciones por un maestro imaginario perdido en la distancia.
Hatsumi Sensei y mi maestro, no son imaginarios, ni están perdidos en la distancia, el camino hacia ellos es claro, quién trate de hacerlo parecer como nublado u oscuro, está mintiendo.
El que miente, miente para controlar, para decirl, “Yo soy el único camino”.
Si se tiene alguna duda al respecto siempre estaré disponible para responder esas preguntas, independientemente de lo poco popular que me haga eso con otros instructores.
También siempre estaré disponible para clarificar cuales son los canales de comunicación con los instructores, como se viaja a japón o a cualquier lugar del mundo.
Ya no estamos en una época de técnicas secretas. Estamos en un momento de apertura, comunicación y borramiento de fronteras.
Es momento que el tiempo de esos señores feudales desaparezca. No más oscurantismo.
En mi país, personas que ni siquiera son Shihanes, tapan el sol con un dedo. Creo que ocurre en todo lado.
Ocultan a sus alumnos que hay gente que viaja constantemente a Japón, evitan que sus alumnos entrenen con shihanes o que vayan a otros dojos.
Usualmente la herramienta para hacerlo es un desprestigio verbal, el cual es tenido en cuenta por la confianza depositada en ellos por sus alumnos.
Son personas que no viajan a Japón, son personas que se han formado a punta de seminarios, nunca han estado en un dojo aparte del propio (O muy pocas veces), nunca han tenido realmente la devoción hacia un maestro pero si la exigen con fuerza de sus estudiantes. Esto no es una crítica, todos podemos retomar el camino, todos podemos retomar el intento una y otra vez.
Y que no hay problema si no puedes viajar a Japón, ve a entrenar con alguien que si lo haga, o con alguien que entrene con alguien que si lo haga.
Que no se tienen que tomar de la mano e ir a cine, que no tienes que ser alumno de nadie, ni siquiera tienes que tomar la clase. Con ir a ver puede bastar.
Pero déjame decirte, si no viajas a Japón, si no entrenas con alguien que viaje a Japón, si no haces parte de la comunidad de personas que si lo hacen, déjame decirte:
No estás en la Bujinkan y te estás inventando el arte.
Si tu profesor no entrena, si no se comporta en relación a lo que predica, te están engañando y estás perdiendo el tiempo.
Si sabes esto y no haces nada, es tu responsabilidad.
Nunca en mi dojo se ha cerrado la puerta a nadie.
Si tienen alguna duda sobre mi persona, pueden preguntármelo a mi directamente.
Tampoco es tiempo de tolerar comportamientos divisorios, misóginos, de violencia hacia las mujeres, violencia racial y/o discriminativa.
Personas con emociones perturbadores y comportamientos que rayan con la ilegalidad simplemente deberían no dedicarse a entrenar y mucho menos dar clase.
No estoy aquí para atacar a nadie. No estoy aquí para criticar a ninguna persona.
Estoy aquí para proteger las enseñanzas y a cualquiera que desee seguirlas y ser protegido. Esa es mi promesa.
Eso hace un guerrero.
Un abrazo
Un amigo en el camino
Bujinkan Dai Shihan
Komyo Ryu Alumno de Unryu